Autoridades Civiles, Militares, Jurídicas, y de Seguridad junto a los cientos de ciudadanos que abarrotaron el templo, y los exteriores de Santa María en la despedida del que ha sido Obispo de Coria – Cáceres en los casi trece años de pastor de la Diócesis hasta su nombramiento como Arzobispo de la Archidiócesis de Toledo.
Más de cincuenta sacerdotes, seminaristas y diáconos oficiaron la Misa junto a D. Francisco, que en sus palabras de despedida insistió al igual que lo hiciera en la rueda de prensa del pasado mes de enero anunciando su nombramiento, que no se marcha para siempre, que es un hasta luego y pretenderá seguir teniendo esos lazos con nuestra tierra, pues como buen malpartideño las raíces no se pueden olvidar.
El Vicario General de la Diócesis, Diego Zambrano se dirigió a Don Francisco en un comunicado oficial de despedida, agradeciendo el trabajo realizado durante este tiempo en la Diócesis, trabajo silencioso y evangelizador, que, a los que han estado junto a él, les ha permitido trabajar de una forma sencilla y agradable, quedando una gran huella dentro de cada uno de los que componemos la Diócesis.
Terminada la eucaristía, saludó a todos y cada uno de los presentes a la ceremonia, agradeciendo a todos el trato recibido por ellos en éste tiempo prelado en la Diócesis.
Se marcha un Obispo que ha estado cerca del pueblo, que se ha ganado el cariño y el afecto de fieles y ciudadanos e instituciones, conociendo los problemas de todos y cada uno de ellos, atendiendo en la medida de lo posible sus necesidades, y en general por ese acercamiento al pueblo, llevándose en la cartera el compromiso de trabajar para que Guadalupe pertenezca a una de las Diócesis de Extremadura.
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