Sobre las 18,30 comenzaba el cortejo desde el parque de bomberos, con un total de 12 carrozas y 1000 personas que componían el séquito real, recorriendo las principales calles y avenidas de Cáceres, para concluir en el Ayuntamiento donde serían recibidos por la corporación municipal.
Las calles abarrotadas de gente aclamaban la atención de los personajes y de sus Majestades para recibir caramelos, besos, y saludos, incluso algunos niños rezagados querían dar en persona las cartas que aún tenían en sus manos.
La ilusión de Melchor, Gaspar y Baltasar contagiaban alegría al paso de las carrozas por las calles cacereñas, viendo las caras de los pequeños algunos incluso llorando porque el Rey no se había fijado en él.
Después del recibimiento en el Consistorio y saludar desde el balcón principal, la cabalgata se despidió y el público se disgregó pasando a una noche mágica y de ilusión.
Que todos los deseos de los niños y mayores se hayan cumplido.
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